Buenos Aires, 20 de octubre de 2022. El Rey Carlos III de Gran Bretaña, quien será urgido en su cargo el 6 de mayo de 2023, define la definición de la distribución de la heredada fortuna real y tiene acuñada una moneda con su rostro que, como particularidad, su rostro mira hacia la izquierda y es inversamente proporcional a la de su madre y como seña de respeto, mira a la derecha.
La Reina Isabel II llegó al trono de Reino Unido con apenas 25 años, tras el fallecimiento de su padre, el Rey Jorge VI. La monarca fue coronada el 2 de junio de 1953, 16 meses después de convertirse en reina, y luego de su fallecimiento el pasado 8 de septiembre en el Castillo de Balmoral, su primogénito asumió al trono. En las últimas horas, el Palacio de Buckingham reveló qué día será coronado el Rey Carlos III.
Parte de la fortuna de Isabel II fue calculada, aproximadamente, en 500 millones de dólares, según la revista Forbes, aunque debe esperarse la apertura del testamento para corroborar que le otorgó a cada heredero.
La cifra incluye castillos, caballos pura sangre, joyas, un millón de obras de artes, entre ellas miles de acuarelas, y dibujos, bocetos de Leonardo Da Vinci, más de 7.000 cuadros, entre ellos varios Rembrandt, además de 400 mil fotografías, y cerca de 300 piedras preciosas muy caras.
Esa fortuna, de confirmarse en el testamento, sumará al patrimonio de Carlos III quien posee ingresos que, en el último años y por su ducado de Cornwall, llegan a más de 26 millones de euros, sin impuestos.
Otros bienes heredados por Carlos III figuran los 32 mil cisnes del Támesis, censados anualmente, ballenas, delfines y esturiones del reino, adquiridos por un decreto del siglo XII firmado para proteger esas especies.
Asimismo, Carlos III venía percibiendo una cuota anual del gobierno que el último año fue de 99 millones de dólares, en la denominada «Subvención soberana», para cubrir gastos oficiales y de los principales miembros de la Casa Real, que provienen de propiedades como tierras, edificios y hasta parques eólicos que son del monarca pero administrados independientemente.
La herencia repartir incluye los castillos escocés de Balmoral, donde Isabel pasaba sus veranos y donde falleció el 8 de octubre, propiedad valuada en 118 millones de dólares, también se encuentra Sandringham House, en Norfolk, con un valor estimado en 73 millones de dólares-
Está última es una propiedad donde la Reina Isabel II celebraba la Navidad, locación que además incluye el Royal Studs con caballos pura sangre que en las carreras ganaron más de 8 millones de dólares, dieron que podría serle otorgado a la princesa Ana y su hija Zara Tindall que compartían con la monarca para pasión por la equitación.
En tanto, las joyas de la corona, valuadas en 3400 millones de dólares que serían transferidas a Carlos III, pero habrá que esperara a la apertura del testamento porque Isabel II se las habría dejado a Kate Midletton, Duquesa de Cambridge, y a su hija, Charlotte.
Charlotte, de 7 años de edad y preferida de Isabel II también recibirá la Tiara Spencer, corona con incrustaciones de diamante que perteneció a Diana.
William también heredará el Ducado de Cornuales, una propiedad de 685 años, de mil doscientos millones de dólares, mientras que su hermano Harry, la Reina Madre, su bisabuela, le había dejado 16 millones de dólares que, junto a Meghan Markle, no figurarían en el testamento.
La colección de coronas y tiaras, unas 50, unos 100 broches y 300 collares forman parte de la herencia y suman unos 150 millones de dólares.
Entre esos objetos también se encuentra la Corona Imperial que contiene el diamante Koh-i-Noor (Montaña de luz en persa), de más de 100 quilates y que también carga con una maldición, el Cullinan, 273 perlas, 17 zafiros, 11 esmeraldas y 5 rubíes, tal como la mostró guacamouly.com.
También, entre los bienes se encuentra la colección de sellos que supera los 120 millones de dólares, y los autos entre los que se destacan Range Rover, Jaguar, Rolls Royce.
El legado de Isabel II y los bienes de la Corona, desde 1911 y debido a que la justicia británica les permite a los miembros de realeza británica impede que sean públicos sus testamentos.
Asimismo queda en el haber el guardarropas de la Reina con su colección de sombreros que se dividirá entre Kate y Camilla y que formará parte de diferentes muestras en museos.