El rey Carlos III de Gran Bretaña habló ante el Parlamento alemán en su visita a ese país y durante su exposición pidió mantenerse «solidarios y unidos junto a Ucrania» en su lucha contra la invasión rusa a ese país.
Carlos III se convirtió en el primer monarca en dar un discurso ante el Parlamento alemán, el Bundestag, dentro de su visita a ese país para reforzar los lazos entre las dos potencias europeas.
Tanto Alemania como el Reino Unido de Gran Bretaña se mantienen «solidarios y unidos junto a Ucrania» en su contienda bélica contra la invasión rusa, declaró el rey Carlos III en Berlín, en su primera visita al extranjero como soberano.
Luego, durante una cena organizada por el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, el monarca, de 74 años, subrayó el compromiso de ambos países por «proteger y promover» los valores democráticos comunes.
El rey habló ante los legisladores alemanes y otros políticos en la cámara baja, el monarca británico enfatizó en los estrechos vínculos entre el Reino Unido y Alemania que se remontan a siglos atrás, incluidos los vínculos con la Casa Real de Hannover, el actual desarrollo económico, científico, cultural y económico, y la cooperación militar entre ambos países.
Posteriormente Carlos III manifestó que Londres y Berlín brindan ayuda considerable a Ucrania en sus esfuerzos por defenderse de la invasión de Rusia, y sostuvo que «La decisión de Alemania de brindar apoyo militar a Ucrania es extremadamente valiente, importante y bienvenida».
El rey se dirigió a los parlamentarios en un alemán fluido, destacó los lazos históricos de las dos naciones, en su discurso en la sede del Bundestag, edificio dañado durante la Segunda guerra mundial, y recordó la restauración del edificio del Reichstag en la década de 1990 cuando se finalizó con una cúpula de vidrio diseñada por el arquitecto británico Norman Foster con intención de convertirse en un símbolo de transparencia y rendición de cuentas.
«Desde aquí, los ciudadanos pueden ver trabajar a sus políticos», aseguró Carlos III y sostuvo que «democracia en acción».
También, en otro tramo de su discurso, el rey bromeó sobre la rivalidad en el fútbol entre las selecciones de los dos potencias mundiales, hizo hincapié en el humor nacional y la admiración mutua por su cultura, desde los Beatles hasta Kraftwerk y Brahms hasta Byron. El monarca también se refirió a la sombría historia del nazismo y la Segunda Guerra Mundial.
Carlos y Camila, la reina consorte, visitaron Hamburgo y acudieron al memorial del Kindertransporte (transporte de niños, que recuerda a los más de 10 mil niños judíos rescatados de la Alemania nazi hace 85 años, y rememoró a los muertos en el bombardeo aliado de Hamburgo en 1943.
«Prestar atención a las lecciones del pasado es nuestra responsabilidad sagrada, pero solo se puede cumplir por completo a través de un compromiso con nuestro futuro compartido», dijo y rey y acotó que “juntos debemos estar atentos a las amenazas a nuestros valores y libertades, y firmes en nuestra determinación de hacerles frente. Juntos debemos esforzarnos por la seguridad, la prosperidad y el bienestar que merece nuestro pueblo».
Carlos III y la reina Camila, en su primer viaje al extranjero como representantes máximos de la corona, llegaron a Berlín el miércoles y fueron recibidos por una multitud de simpatizantes y el presidente Frank-Walter Steinmeier, en la emblemática Puerta de Brandeburgo de la capital alemán y asistieron a un banquete en el palacio presidencial.